 |
Cirilo el tonto |
El tonto del pueblo
Jaimito 0344
Hoy
tenemos a otra parodia sobre esa figura tan importante como fueron los
carteros, sobre todo los carteros rurales, que en muchas ocasiones tenian que
recorrer caminos abruptos y senderos para llegar a sus destinos.
En
los años 60, los carteros de los pueblos alejados eran figuras cruciales,
especialmente para la comunicación entre los pueblos y las ciudades. Su trabajo
era fundamental para la entrega de cartas y paquetes, siendo la principal forma
de contacto con el exterior. Algunos carteros rurales también eran encargados
de otros servicios, como el reparto de periódicos o la entrega de paquetes más
grandes. En muchos casos, los carteros rurales recorrían largas distancias a
pie o a caballo para llegar a todas las casas y negocios de su ruta.
Cirilo
representa a uno de estos intrépidos carteros, el alcalde de “Villatacón de
zapatico” al no tener cartero en su villa, manda a la ciudad a su sobrino,
Cirilo el tonto, para examinarse para la plaza, incluida una carta de recomendación
para los señores del tribunal. algo muy significativo es la referencia que se
hace a otro personaje de la revista Jaimito, cuando el examinador le pregunta a
Cirilo que le hable del golfo de Vizcaya, este le contesta que de eso golfo no
sabe nada pero que conoce al golfo de Bartolo el vago. Un guiño simpático tambien
cuando en otra pregunta hace referencia al capitán de la gracia, que es la
revista Jaimito. Pero lo mejor viene cuando le preguntan… ¿qué haría si tiene
que llevar una carta certificada para un señor de pueblo?
-
¡Pues lo primero de “too”, se la doy a mi señora tía, la mujer del alcalde, que
es una cotilla de “aúpa”, y se tiene que enterarse de todo! Jeje, pero cuando a
Cirilo el tonto ya lo dejaban por in-aprobable, al leer la carta de recomendación
del alcalde y ver que está invitado a pasar unas vacaciones baratas, baratas, Jeje,
es aprobado automáticamente.
Pero
una vez en el pueblo, Cirilo, se aburre mucho porque no llegan cartas en un
mes, al preguntarle al viejo “Jilipi”, este, le enseña una carta guardada como
paño en oro en una urna, y es de 1808, cuando el alcalde de Móstoles les instó
a tener mucho ojo por la invasión de las tropas de Napoleón.
El
padre de esta “Monigotura” fué Serafín Rojo Caamaño, es por ello que tenemos a
otro huérfano en nuestra biblioteca.
Bienvenido
Cirilo a nuestra Biblioteca, es un placer tener a un monigote ex-tinta entre
nosotros.
¡Bien
Resupixelado seas!